martes, 22 de julio de 2014

CIERRE POR OBRAS


Post número 133 y toca una segunda despedida.

El lector habitual de este blog sabe que tiene vocación puramente promocional, no hablo de proyectos mientras están en proceso y no escribo sobre otros tebeos. Esto implica intermitencia en el blog, el último parón duró casi dos años.
Nela es una publicación de febrero 2013 que, durante algo más de un año ha generado bastante información, pero dejó de ser novedad hace tiempo. Ya sólo aparece en los medios de manera residual o transversal, de manera que salvo noticia reseñable, lo que toca es hacer un cambio y corto, pero antes, una última noticia interesante (local):
Por primera vez, un autor de tebeos participa en el Pacto por la lectura y escritura de Gran Canaria, concretamente formo parte de la 5ª grupo de trabajo (de 10): "La creación literaria en Gran Canaria: literatura para adultos e infantil. Propuestas de difusión y estímulo para la creación literaria". Desde aquí, haré lo posible por mostrar las posibilidades del medio, intentaré que presten más atención a la sección de tebeos de las bibliotecas públicas y si me dejan, propondré títulos para los planes de fomento lector. En fin, trataré de dar visibilidad al medio en Gran Canaria.
Es de justicia decir que nadie de los que forman las mesas de trabajo cobran un céntimo por su participación, existe una sincera preocupación por el creciente analfabetismo funcional (cero comprensión lectora) y desinformación en la juventud insular, que supongo no será muy distinta a la del resto del estado.


Para terminar, en general estoy contento con la repercusión que ha tenido Nela en los medios, probablemente más que mis  tres trabajos anteriores juntos. Partiendo del terrible handicap económico en la promoción que supone vivir en una isla, creo que tanto la editorial como yo, nos hemos esforzado en dar vida a este libro; charlas, firmas, exposición... además este trabajo ha recibido un par de nominaciones a premios importantes, algo que es bastante aleatorio, pero siempre es de agradecer.

Ahora ha llegado el momento de concentrarse en lo que tengo entre manos para intentar no tirar por tierra ese lugar común; no hay quinto malo. No tengo ni idea de cuánto tiempo pasará hasta la reapertura del blog, pero en cualquier caso, eso significaría que sigo publicando.
Ojalá estés ahí para verlo.

domingo, 13 de julio de 2014

ENTREVISTA EN "DIARIO DE AVISOS"


En mi reciente mini-tour promocional por Tenerife, participé en una charla junto al archiconocido crítico Manuel Darias, que publica su página sobre cómic semanal desde 1973 en el periódico DIARIO DE AVISOS. La publicación sobre tebeos más longeva del país.
La gira estuvo organizada por la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo, y entre bodega y bodega, pactamos esta entrevista. No es muy extensa, pero creo que fuimos al grano, y eso siempre es de agradecer.



Por supuesto, dar las gracias a Don Manuel por su espacio/tiempo y a Santiago Suárez por propiciar el encuentro.

sábado, 5 de julio de 2014

NOVELA GRÁFICA EN LA CLASE DE LENGUA Y LITERATURA.


Nela sobre Marianela: novela gráfica en la clase de lengua y literatura es el título del artículo que Ana Muñoz redactó para el monográfico que la revista cultural LA PÁGINA dedicó a la novela gráfica. Como dicha publicación tiene una tirada y distribución muy limitada, los editores han permitido la reproducción de este texto en el blog.
Ana Muñoz es profesora de Lengua y Literatura, además de miembro fundador del proyecto "Tebeos con clase", iniciativa que nace en Tenerife y que afortunadamente se está exportando a otras zonas del país. Para explicar en qué consiste esta iniciativa, dejo tres enlaces: uno, dos y tres

Por supuesto, quiero darle mil gracias a Ana Muñoz por la dedicación y el tiempo que ha dedicado a este libro. También a Joaquín Ayala, coordinador de este número de la revista y cómplice de "Tebeos con clase".  Nela es la última adquisición para este proyecto, y yo estoy ilusionado por la cantidad de nuevos lectores que acercarán al libro.

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Nela sobre Marianela: novela gráfica en la clase de Lengua y Literatura

Ana Muñoz

Hagan la prueba: basta con realizar una sencilla búsqueda en la Web para comprobar que Marianela, ciento treinta y seis años después de su primera publicación, cuenta con una legión de reseñas y trabajos críticos, muchos de ellos muy actuales, que comparten una característica bastante peculiar: la de tener como autores a jóvenes de entre 16 y 18 años. Los textos que se leen como resultado de la pesquisa son verdaderamente desalentadores, no solo para los amantes de la literatura en general y de la obra de Benito Pérez Galdós en particular, sino para todos aquellos que creemos que la competencia como lector literario puede, y debe, desarrollarse en la enseñanza secundaria y el bachillerato.
Sirva como primera reflexión, antes de entrar verdaderamente en materia, comentar uno de los hallazgos de esa pequeña investigación en la red: la afirmación de que es, probablemente, la obra con más adaptaciones a otros medios de expresión de todas las que escribió su prolífico autor, a pesar de no ser, ni mucho menos, la mejor considerada por la crítica en todo este tiempo. Lo confirma Rayco Pulido en el “Prólogo fuera de Sitio” de Nela.[i]
«Marianela también tiene el honor de haber sido su texto más adaptado a otros lenguajes: opera, cine (por triplicado, en 1940, 1955 y 1972, esta última tiene como protagonista a Rocío Dúrcal [!?]), telenovelas (México, 1961 y 1988), miniserie para televisión (1933), seriales radiofónicos… Recientemente la compañía de teatro del argentino Pablo Messiez estrenó Los ojos, la crítica especializada la situó entre lo mejor del 2011. Ahora también tiene su historieta.»
Los que nos dedicamos a enseñar literatura a chicos y chicas de esa fantástica edad que es la adolescencia, sabemos que, si cualquiera de ellos recibe el encargo de leer Marianela, con toda probabilidad guiará sus pasos hacia el motor de búsqueda en la red. No le costará nada hacerse con trabajos académicos, fichas de lectura, resúmenes del argumento o, incluso, con algunas de esas adaptaciones. En efecto, la versión cinematográfica del año 1972 se encuentra completa en una página legal de vídeos, sin necesidad de descarga. La publicación es muy reciente, de hace unos meses. De un solo vistazo, entre los comentarios que ha suscitado entre los internautas puede leerse el siguiente: “Gracias. Ahora no tuve que leer la novela para mi clase de español”. Aún sin haber visto la película, me atrevo a pensar que, efectivamente, a quien realizó el comentario le bastó ese rato de cine en la pantalla del ordenador para cumplir con lo que le pidieran hacer para demostrar que había leído el libro y que había sacado conclusiones sobre la historia. Y eso que comparto mi estupor “simbólico” con Rayco Pulido ante la elección de Rocío Dúrcal para la interpretación de la protagonista.
Es importante, sin embargo, aclarar que sus múltiples adaptaciones dotan a esta novela de Benito Pérez Galdós de poderosas razones para ser trabajada en el aula de secundaria: la intertextualidad entre las diferentes interpretaciones que cristalizan en cada una de ellas supone una oportunidad magnífica para reflexionar sobre el sentido de la literatura, de la escritura y la lectura, de la autoría, de la relación con el tiempo social desde el que se escribe y desde el que se lee… No es un inconveniente, por tanto, que existan adaptaciones, ni que los chicos y las chicas las conozcan. Bien al contrario, es una fuente de posibilidades.  El problema es, en todo caso, no darles cabida con un sentido adecuado en la enseñanza de la literatura, sobre todo cuando esta adquiere, desde los últimos cursos de la enseñanza obligatoria, una perspectiva de estudio historicista que, con excesiva frecuencia, desencanta a un alumnado que habita en un mundo de pantallas, en el que la relevancia social de la cultura escrita (y visual) es más intensa y diversa que nunca.
Las preocupaciones acerca del modo en que se enseña y se aprende literatura  no son, en absoluto, novedosas. Tampoco los son las buenas respuestas y soluciones, necesariamente cambiantes, eso sí, como la sociedad misma. Pero en el contexto en el que nos encontramos, las preguntas de siempre resultan incluso más apremiantes. ¿Por qué y cómo leer hoy en el aula? ¿Qué leer con los jóvenes? ¿Conviene mantener una perspectiva historicista en el acercamiento a los textos de la literatura? ¿Cómo  acercarse a esos textos? ¿Cómo fomentar la lectura crítica? ¿Cómo superar la distancia enorme entre la forma en que enseñamos la literatura de otros tiempos y el conjunto de prácticas cotidianas que los estudiantes ponen en marcha, fuera del ámbito escolar, para desenvolverse y vivir como ciudadanos lectores?
Convengamos que el deseo de los enseñantes es no renunciar a nada. El profesorado de literatura es amante del arte de la palabra escrita, y de las conexiones que ha mantenido el texto literario con la sociedad, la cultura y el arte de su tiempo a lo largo de los siglos. Existe en ellos un profundo deseo de que los jóvenes también lo entiendan así. Afán de que descubran en el aula «que la literatura es la experiencia más valiosa que el ser humano ha creado para comprenderse a sí mismo» y que «escribir es hablar de cosas que todo el mundo sabe, pero que no sabe que sabe. Explorar este conocimiento, desarrollarlo y compartirlo, le proporciona al lector el placer de viajar maravillado por un mundo que conoce bien».[ii] Al hilo de estas palabras de Orhan Pamuk, pronunciadas en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura en 2006 (y asumiendo, con permiso de ustedes, que la novela gráfica también es literatura, aunque su lenguaje vaya más allá que las palabras), lo que propondremos aquí es una experiencia literaria con el alumnado de secundaria y bachillerato en torno a una obra especialmente privilegiada para un acercamiento social, intertextual y cultural a un texto reconocido de la tradición literaria, a través de la lectura en comunidad en el aula.

¿Por qué Nela?
En la respuesta a esta pregunta consiste todo el planteamiento didáctico que se explicará en este artículo. Por ello, sin pretender que sirva de contestación completa, adelantaremos tres razones fundamentales: porque es una novela gráfica, porque constituye una excelente y declaradamente fiel adaptación de una obra representativa de la literatura realista en España, y porque su autor ha evidenciado, haciendo uso de esa ventana al mundo que es Internet, una conciencia didáctica en torno a su obra que resulta valiosísima para entender, desde el aula, el proceso de creación de una obra, y para abrir puertas a la comprensión y valoración de lo que llamamos tradición literaria.

Nela: una novela gráfica en la clase de Literatura
Hace unos pocos años, y gracias a la influencia de un amigo que a fuerza de amar el género se ha convertido en un experto en cómics, propicié la creación de un Seminario de Trabajo Intercentros con la finalidad de potenciar el uso del cómic como recurso privilegiado en la formación de lectores competentes. Este grupo estable de trabajo, constituido por profesorado especialista en el género, y también por docentes simplemente habituados a darle un lugar importante como recurso en el aula (y este es mi caso), fue bautizado poco tiempo después con el nombre de “Tebeos con clase” [iii]. Así se denomina también el conjunto de propuestas y materiales didácticos que  ha creado, en el empeño de que la historieta no sea considerada únicamente una lectura que atrae a lectores de edades tempranas con facilidad y que, por tanto, no sea utilizada con la única intención de servir de anzuelo para ganar voluntades, que luego serán dirigidas hacia otro tipo de lecturas. Bien al contrario, “Tebeos con clase” trabaja desde el convencimiento de que la novela gráfica cumple con creces, como género, con la meta de desarrollar ampliamente  los objetivos fundamentales de la lectura literaria entendida como acto de comunicación en el que el lector interactúa con la historia narrada por el autor, para construir su sentido y, a partir de éste, disfrutar y aprender en la infancia, en la adolescencia, y durante toda la vida. «Teníamos que remover las estanterías físicas y mentales de nuestras bibliotecas escolares y solo un grupo de profes lo suficientemente locos podría lograrlo»[iv], escribió en una ocasión uno de sus miembros.
Para apuntalar esta perspectiva en torno a la novela gráfica como género indiscutible en la formación literaria bastará con reproducir aquí las palabras de Rayco Pulido, en torno al guión de Nela:
«Libretas, folios y un montón de papel continuo (sí, papel continuo). En Nela escribí la primera versión de los diálogos mientras visualizaba la narración gráfica. Contar la historia es lo más interesante de este trabajo, es el motivo por el que me dedico a esto. Es la parte más intensa, sufrida y satisfactoria al mismo tiempo. Aquí no escatimo en tiempo. (…) Hay guionistas que dibujan storyboards para que el dibujante los “ilustre”.  Convirtiendo al dibujante en ilustrador... no, ni siquiera eso, lo convierte en alguien que "pasa a limpio" los dibujos de otro, negándole la posibilidad de contar la historia. Yo trabajé así en Final feliz y nunca volvería a hacerlo. Es más fácil, pero no compensa. Querido guionista, dibuja y conviértete en autor, lidia con los meses de tablero en los que te preguntas si merece la pena invertir el tiempo cuando tienes la idea perfectamente montada en la cabeza.»[v]
Por si esto fuera poco, la novela gráfica cuenta, además, con el enorme privilegio de resultar muy adecuada para ser compartida en comunidad de lectores. Son muchos los autores y experiencias que avalan este enfoque de acercamiento a la lectura en general, y a los textos literarios en particular. El concepto de comunidad de lectores y escritores de literatura, desarrollado entre otros expertos por Teresa Colomer[vi], enfatiza la importancia del aspecto socializador de la lectura en el aula. En palabras de Aguilar de la Coza y Sobrino Callejo:
«La lectura compartida de una obra constituye un “disparador” de oportunidades para producir diferentes textos y, de forma conectada con ello, para seguir leyendo e investigando los distintos aspectos (de carácter temático, lingüístico, pragmático, etc.) que este abordaje requiera. Evidentemente, esta retroalimentación de los procesos de lectura a través de la escritura de discursos propios, ofrece un camino enriquecedor para la configuración de la identidad de nuestros alumnos y alumnas como lectores y escritores de literatura, así como, para la sistematización de metodologías que modelen esta identidad potenciando el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística.»[vii]
Pensemos en la siguiente secuencia de hechos, que se repite con frecuencia en las aulas: se presenta la actividad de lectura de una novela al alumnado de un grupo, anticipando detalles de la historia o hablando del autor para, gracias a su prestigio y pretendidamente indiscutible calidad literaria, ganar la voluntad de ese nuevo lector que, probablemente en soledad y fuera del aula, en las semanas siguientes lee la obra y saca sus primeras conclusiones antes de poder comentarla con nadie. Luego, con suerte, hay tiempo, un poco de tiempo, para hacer algo de tertulia sobre la lectura común, en la que participan con algún comentario los lectores aventajados del aula. Para ese entonces todos han hecho su ficha, identificando la temática y los elementos del género (narrador, personajes, tiempo, espacio…) y ya han decidido, sin contrastar su opinión y con gran peso del número de páginas del ejemplar en su veredicto, si el libro les gusta o no. Los buenos lectores contestarán después de forma adecuada a las preguntas de reflexión del trabajo o la prueba escrita, y al profesor le podrán incluso sorprender gratamente algunas de sus respuestas. Entonces, le dará lástima que no haya tiempo de comentarlas con el resto del grupo. En fin, el tiempo escolar, siempre tan escaso, no es suficiente para leer muchos libros, para comentarlos o discutir las interpretaciones divergentes que generan, para leer juntos…
Lo que propongo aquí no es una “guía de lectura” de la obra de Rayco Pulido. Quienes estén interesados en conocer las claves de la obra desde un punto de vista crítico (personajes, temas, argumento, símbolos más destacados, técnica en el dibujo…) para trasladarlas al alumnado como ayuda y enriquecimiento en la interpretación de la obra y en su comparación con el original, podrán encontrarlas en la multitud de excelentes reseñas que grandes expertos en el medio de la novela gráfica, sin duda quienes mejor pueden valorar esta obra del género, han dedicado a Nela. [viii]
Este artículo es una invitación a la lectura en comunidad de aula de Nela, adaptando para ello las sugerencias establecidas por Estela D’Angelo, con la participación de un grupo de asesores y asesoras de formación del profesorado de los Centros del Profesorado de Jerez y La Laguna, en el marco de un proyecto en torno a las prácticas sociales de lectura y escritura en las aulas. La estructura de una comunidad de lectores y escritores, como vamos a tener ocasión de comprobar, no se limita a la lectura común de un texto: propicia el intercambio de perspectivas y de hipótesis, pero también indaga en la búsqueda posterior de la intertextualidad, de aquellos textos y experiencias acumulados en la memoria de los lectores, y también de las fuentes y testimonios diversos con los que puedan construir el sentido de la obra desde un espíritu crítico. El texto entrecomillado en los siguientes párrafos forma parte del contenido de esa formación:[ix]
Para constituirse en comunidad de lectores de esta novela gráfica, «se necesita que los lectores aborden una primera lectura del texto “sumergiéndose” en sus ideas, aún no conociendo el significado de todas sus palabras», y sin olvidar que la imagen en las viñetas está narrando tanto o más el propio texto, «pues es posible que, utilizando las “pistas” que aportan los conocimientos previos, lo comprendan y lo disfruten». Y como los conocimientos previos, cuando se lee en comunidad, son los propios y los ajenos, «en la medida en que se propicie la interacción entre los miembros de la comunidad de lectores, el proceso de comprensión de cada uno se seguirá enriqueciendo».
La novela gráfica supone un recurso privilegiado para leer compartiendo la lectura (en espacio y tiempo) con otros: «compartir la lectura y comentar lo leído» simultáneamente. Poco importa si se realiza en voz alta, o de forma individual, dando un tiempo para la lectura atenta de cada capítulo. Lo interesante en este caso es que exista inmediatez a la hora de establecer y compartir las primeras hipótesis sobre la creación del sentido, abordando, mientras se lee, «un proceso común de indagación (…) para imaginar los detalles de su trama argumental». De este proceso surge el sentido: ¿Cuándo empezamos a darnos cuenta del lugar en el que estamos? ¿Cómo percibimos el paso del tiempo en el que se desarrolla la historia? ¿Qué aspectos llaman nuestra atención en los diálogos? ¿De qué manera nos ayuda cada imagen a narrar la historia y a mezclarnos con ella? ¿A través de qué elementos y de qué indicios en las viñetas? ¿Por qué esas lenguas de color ocre? ¿Y el contraste de la imagen de la virgen? ¿Qué importancia tiene los perros? ¿Por qué la fisionomía de Nela es tan cambiante? ¿Qué personajes llevan el peso de la trama? ¿Quién les dio ese papel? ¿A qué pensamientos nos lleva lo que ocurre? ¿Qué indicios nos ayudan a identificar temas, tópicos e ideas en la lectura? ¿Qué tipo de conflictos organiza esta historia y qué soluciones se proponen?
El docente, como mediador de esa comunidad, procurará propiciar la participación de todos sus miembros. Para ello es importante que se entienda que solo se están estableciendo hipótesis de sentido, que pueden o no ser acertadas en relación con la intención que haya tenido el autor. Por supuesto, aunque en un planteamiento ideal todas estas preguntas e hipótesis surgirían del alumnado, el profesor tiene que estar preparado para propiciarlas, sobre todo al principio, hasta que los miembros de la comunidad se sientan cómodos y seguros, y para proponer perspectivas de indagación enriquecedoras si no están surgiendo de forma natural. El docente es, en este caso, un miembro más de la comunidad, pero un miembro aventajado, no lo olvidemos: tiene que hacer uso del necesario “silencio docente” cuando los protagonistas son quienes están aprendiendo, cuidarse mucho de acaparar las posibilidades de interpretación, y de imponer, desde su conocimiento, una perspectiva sobre otras que puedan ofrecer los alumnos. Pero, a su vez debe, estar alerta para solucionar posibles atascos del pensamiento colectivo y para repartir entre todos las posibilidades de intervención, ayudando un poco, de forma sutil, a los que lo precisen. También es importante que valide de alguna manera la hipótesis y problemas de interpretación que puedan exponer los participantes en la comunidad, dando respuesta incluso a aquellos que se salgan de lo que el docente espera.
De las conclusiones de esta primera “tertulia libro en mano” debe proponerse al alumnado que realice una primera producción escrita: una síntesis de las ideas e hipótesis de sentido que han surgido en esta primera lectura colectiva, pero “directa” al texto, sin haber investigado aún en fuentes y documentos complementarios.
Será muy interesante contrastar después, con toda la comunidad, las interpretaciones surgidas de este proceso en relación a las evidencias del proceso de creación que, en este caso, ha ido dejando el autor de la obra, tanto en su “Prólogo fuera de sitio”, como en su blog Nunca trabajes solo, e incluso en sus intervenciones en los medios de comunicación. Todo ello supone un material “de lujo” para potenciar la intertextualidad en el análisis de la obra literaria, y este es un ingrediente básico para el desarrollo de lectores críticos. Pero de ello hablaremos un poco más adelante.

Nela como adaptación de Marianela.
En la estantería del salón de la casa de mi abuela Teresa (que vivía en la calle El Audaz, segunda novela escrita por Galdós, porque al igual que todas las del barrio de Schamann, en Las Palmas de Gran Canaria, lleva por nombre el título, o en otros casos un personaje, de una de sus obras) las visitas podían encontrarse con buena parte de los volúmenes del escritor. Se declaraba “galdosiana” (para que luego digan que “nadie es profeta en su tierra”), y cuando le preguntaban qué quería decir con eso, explicaba que en su juventud, con pocas posibilidades de salir de casa por las costumbres de la época, aprendió más de la vida a través de los libros de Galdós que por propia experiencia, y que de ellos se había quedado con muy buenos principios y algunas ideas claras sobre la sociedad porque, según mantenía mi abuela, había cosas de la vida que nunca cambiaban.
La reseña bibliográfica con la que se presenta Nela en la página web de su editorial, Astiberri, refleja la misma opinión, y afirma que en la obra de Pulido «se mantiene  el análisis crítico de la vida en la España rural del siglo xix –envidias, superstición, usura, analfabetismo, falsa caridad, feudalismo e influencia eclesiástica– fieles a la esencia de la creación de Galdós. Males que, en menor o mayor medida, continúan vigentes en la sociedad española contemporánea.»
Más allá de esta idea, hay que decir que pocas veces la adaptación de un clásico de la literatura a otro medio habrá sido explicada por su autor de una forma tan cercana, pedagógica y pública como el caso de Nela. No quisiera que se interpretara que es esta explicación consciente del proceso por parte de su creador la que otorga valor a la lectura de esta obra: el cómic de Rayco Pulido vale por sí solo una lectura totalmente independiente de la obra que la inspiró. La primera lectura en comunidad propuesta en el apartado anterior dará buena prueba de ello. Pero las reflexiones y explicaciones que nos ofrece más allá de la propia historieta, abren oportunidades de acercamiento “creativo” a los clásicos de la literatura que no podemos desaprovechar, porque permitirán pensar y reflexionar con el alumnado sobre una época, la de Galdós, desde los indicios de nuestra posición cultural y social actual. Empecemos por observar cómo justifica Rayco Pulido la elección de Marianela:
«Una novelita corta cuya concentración dramática y simbólica, unida a la sencillez de su estructura y la austeridad en escenarios y personajes, hacen que posea un aura de cuento, casi de apólogo clásico. Esta condensación la convierte en un texto ideal para ser adaptado a otros lenguajes.» 
Además, el autor sabe, incluso por propia experiencia, que se trata de una obra recurrente en las aulas, con dudoso éxito entre el alumnado, a pesar de su brevedad y sencillez:
«Las citadas virtudes de Marianela la convierten en el texto-llave hacia la obra galdosiana, siendo un “sospechoso habitual” dentro de las lecturas obligatorias, muchas veces culpables de conseguir el efecto contrario: alejar al lector potencial de un determinado autor. Exactamente eso me ocurrió a mí.»
En fin, de esta manera Rayco Pulido nos desvela incluso la fuente anecdótica de su proyecto:
«En el año 2008, mientras ejercía como docente, ver cómo el alumnado seguía chocando con esta lectura obligatoria hizo que me reencontrase con Marianela. Esta vez desde una perspectiva adulta, aunque pronto las posibilidades que ofrecía el texto la tornó en profesional. Un profesional convencido de la capacidad de un medio híbrido como el cómic para fomentar la lectura. Una herramienta despreciada en los planes educativos, en parte por desconocimiento, en parte por el estigma-etiqueta “infantil” que nunca ha dejado de arrastrar.»
Acerca de la más que consciente fidelidad de Nela al lenguaje, argumento, estructura y temática de la obra original no se ofrece ninguna duda en los comentarios del autor. En el “Prólogo fuera de sitio” se nos explica el proceso con todo detalle. Sin embargo, nuestra comunidad de lectores y escritores debería empezar a conocer esta relación por alguna pincelada más intuitiva. Que sea Nela la que nos lleve a Marianela. No hay que olvidar que no estamos proponiendo  una lectura “comparativa” entre ambas obras, aunque pueda ser interesante ofrecer al alumnado alguna mirada al respecto, y también es conveniente recordar que Nela no es precisamente “realista” en su dibujo. Lo sintetiza muy bien Daniel Fernández Ausente, en su reseña sobre la obra:
«Nela, la adaptación de Rayco Pulido, es brillante porque aúna algo que parece imposible. Por un lado, sus diálogos desprenden la especial prosa de Galdós, hija de su tiempo y su genialidad, y eso la convierte en una adaptación fiel que en ningún momento traiciona su espíritu. En cambio, en su estilo gráfico y en su forma de narrar, la Nela de Rayco Pulido no puede ser más moderna y contemporánea. El diseño de viñetas y páginas es una inmejorable muestra del cómic de autor que se hace hoy, tan alejado de la escuela realista de hace unas décadas pero, al mismo tiempo, tan libre y tan efectivo como medio narrativo. Ahí está parte de la grandeza de esta adaptación: su absoluto carácter de obra gráfica contemporánea, de hoy mismo,  que a su vez es fiel al clasicismo de la prosa y la historia original de Galdós. Rayco Pulido ha tomado una obra literaria del pasado y la ha catapultado gráficamente hacia el futuro del medio.»[x]
Desde el punto de vista didáctico, la decisión de Rayco Pulido de modificar el Epílogo de la novela, trayéndolo hasta la actualidad, y de añadir “Antes de terminar, unas últimas palabras de don Benito Pérez Galdós”  nos ofrece una estupenda oportunidad de presentar Nela como la adaptación de Marianela. En la lectura de esas páginas, la formulación inicial de hipótesis sobre la presencia de Galdós en esa última página, o de los elementos de absoluta modernidad en el epílogo, y la más que probable necesidad de ampliar información al respecto, abrirán la siguiente etapa en el desarrollo de la comunidad de lectores y escritores en torno a la obra. Toca investigar.
Se trata de hacer una investigación sencilla, entre otras cosas porque el propio autor ya nos ofrece muchas claves sobre la adaptación de la obra. Pero no hay que olvidar que también su interpretación es subjetiva, y que antes de conocerla de primera mano por lo que él mismo explica, resultará muy interesante que sea el propio lector quien saque las primeras conclusiones. Se puede proponer la lectura de cualquiera de los capítulos en la obra original: el primero, por ejemplo, o repartir algunos entre parejas de alumnado, o que sean ellos mismos, a partir de los detalles que más hayan llamado su atención (las cestas en que dormía la protagonista, las simas de las minas de Socarte, con esas lenguas color ocre, el final “trasladado al futuro” en Nela…). Se trata de despertar en el alumnado la curiosidad por saber de qué descripción, de qué detalles en la narración original parten las interpretaciones gráficas de Rayco Pulido.
Otra propuesta atractiva puede ser la de ver un trocito de video de alguna de las adaptaciones cinematográficas o teatrales (la de Rocío Dúrcal está al alcance de cualquiera)[xi]. Bastará con unos minutos, para poder verificar y comentar diferencias, acierto y desaciertos desde el punto de vista de nuestros jóvenes lectores, perspectivas sobre la interpretación en cada época teniendo en cuenta las décadas que separan a algunas de ellas. Tras debatir en torno al resultado de estas incursiones en la intertextualidad, en torno a la obra original y en relación a otras adaptaciones existentes, el alumnado podrá afrontar su segunda producción escrita, en que desarrolle las conclusiones alcanzadas.
En fin, una vez terminada esta segunda etapa, la comunidad de lectores y escritores estará preparada para iniciar con rigor y afán de confirmación de hipótesis, la lectura del “Prólogo fuera de sitio”, así como la indagación en el blog y otras intervenciones en los medios de su autor, Rayco Pulido. 

Encuentro con el autor de Nela
Hace bastantes años, cuando aún era estudiante, mi profesor de Literatura Medieval, que ya se había percatado del exceso de vehemencia de sus estudiantes para defender sus interpretaciones literarias, llegó a clase con un artículo de periódico (ya antiguo entonces) bajo el brazo. Lo había escrito Gabriel García Márquez, y aunque el tono de sus palabras podía resultar algo ofensivo para los implicados, me pareció que nos estaba dando, a tiempo, un consejo de oro para el futuro de quienes, como yo, ya teníamos pensado dedicarnos a la docencia. Aunque el artículo era amplio, en síntesis, apuntaba esto:
«Desde hace años colecciono estas perlas con que los malos maestros de literatura pervierten a los niños. Conozco uno de muy buena fe para quien la abuela desalmada, gorda y voraz, que explota a la cándida Eréndira para cobrarse una deuda es el símbolo del capitalismo insaciable. Un maestro católico enseñaba que la subida al cielo de Remedios la Bella era una transposición poética de la ascensión en cuerpo y alma de la virgen María. (…) Dos críticos de Barcelona me sorprendieron con el descubrimiento de que El otoño del patriarca tenía la misma estructura del tercer concierto de piano de Bela Bartok. Esto me causó una gran alegría por la admiración que le tengo a Bela Bartok, y en especial a ese concierto, pero todavía no he podido entender las analogías de aquellos dos, críticos. (…) la manía interpretativa termina por ser a la larga una nueva forma de ficción que a veces encalla en el disparate.»[xii]
Desde entonces he recordado muchas veces este texto, y lo he recuperado, para releerlo yo y leerlo con mis alumnos, en varias ocasiones. Es mi manera de vencer el pudor frente a la interpretación personal y subjetiva que pueda hacerles llegar de los textos y obras sobre los que trabajamos en clase. Una forma de advertirles de que puedo estar equivocada, que su visión puede ser muy distinta y que solo el autor podría sacarnos de dudas. Quizás ni él mismo. Por eso siempre me ha gustado esa actividad, relativamente habitual en los centros, de encuentro con los autores. Incluso la forma de crear, de manera ficticia, una entrevista, o un intercambio de correspondencia también irreal, con todos aquellos (la gran mayoría) a los que no tenemos ocasión de recibir. Galdós sería uno de ellos.
Pero Rayco Pulido abre otras puertas. No conozco al autor de Nela. Nunca he hablado con él. Reconozco incluso que, redactando este artículo (que, muy probablemente, en algún momento llegará a sus manos) no me he librado de sentir ciertas reservas pensando si le gustará o no lo que digo en él. Sin embargo, gracias el progreso tecnológico en esta época nuestra, pero también a su voluntad consciente, Pulido va dejando un reguero de pistas para la interpretación veraz de su obra. Y lo mejor de todo es que, además de eso, consigue entusiasmar con su trabajo y despertar la curiosidad de quien sigue su huella. «(Hay que echar un cable a los futuros dibujantes)», puede leerse en un paréntesis, cuando explica la exposición dedicada al proceso de creación de la obra. A los alumnos de Lengua y Literatura (incluso a sus profesores) también les echa un cable, desde luego.
Hace unos días, Rayco Pulido escribió un nuevo post en su blog[xiii]. En él hace una síntesis  cómo ha sido, durante el año que lleva publicada, el devenir de Nela. Y aunque él mismo advierte en ese artículo que «mentiría si no dijera que a veces tengo la sensación de que hay un exceso de entusiasmo a la hora de redactar los textos [críticos]. Está bien generar dinámicas positivas, pero usar superlativos de manera sistemática hace que pierdan significado; "imprescindible, indispensable, espectacular, abrumador, increíble, barbaridad gráfica (¿?)"», yo me voy a permitir una hipérbole más. Su reflexión en ese post es un “tesoro” para culminar la comunidad de lectores y escritores en el aula de Nela, porque supone conocer, de primera mano y con claridad, qué significa hoy dedicarse a la “creación” artística[xiv].  El retrato social no es menos acertado que los de Galdós para su tiempo. ¡Y no todo va a ser literatura! El alumnado de nuestra especial tertulia cerraría el trabajo con Nela comunicando las conclusiones, y sus propios razonamientos,  en torno a este último acercamiento “virtual” al autor y su obra.
En fin, el progreso que devolvió la vista a Pablo en Socartes, a finales del xix, nos permite, en los inicios del s.xxi, disfrutar de una adaptación fiel y a la vez personalísima de esta obra de Galdós, con el importante complemento de poder “teleinvestigar” los entresijos de su proceso creativo, como si nos hubiéramos citado con su autor. Hoy le diría a mi abuela que, ciertamente, algunas cosas no cambian. Pero otras, sí. A mejor, por cierto.   



[i] Nela. Una adaptación gráfica de la novela “Marianela” de Benito Pérez Galdós (Rayco Pulido Rodríguez, Astiberri, 2013)
[ii] Pamuk, Orhan, La maleta de mi padre, Mondadori, Barcelona, 2088, pp. 14 y 23
[iii] El grupo de trabajo tiene su sede en el Centro del Profesorado La Laguna, en Tenerife, y los materiales de Tebeos con clase pueden encontrarse en la Web de la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, de la CEUS: <http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/5/WebDGOIE/scripts/default.asp?IdSitio=12&Cont=44&Mod=10&P=645>
[iv] Ayala Chinea, Joaquín, «¿Valen los Tebeos?», La Libreta nº 6 Enseñando a comunicar: el profesorado narra sus experiencias de aula, CEP La Laguna, 2013, pp.23-28, <http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/5/WebDGOIE/WebCEP/scripts/default.asp?W=19&P=406&S=415>
[v] Pulido Rodríguez, Rayco, «Un recorrido por la exposición (2)», 2013 <http://nuncatrabajessolo.blogspot.com.es/2013/12/un-recorrido-por-la-exposicion-1.html>
[vi] Colomer, Teresa, Andar entre libros: la lectura literaria en la escuela, Fondo de cultura económica, Méjico, 2005, cap. 6
[vii] Aguilar de la Coza, Agustín y Sobrino Callejo, Rosa, “Comunidades literarias en torno al Programa Escribir como Lectores: narrativas de experiencias pedagógicas e investigación”, en Actas del Congreso Iberoamericano de las Lenguas en la Educación, Salamanca, 2012, pp.211-220.
[viii] En la página de la Asociación  de Críticos y Divulgadores de Cómic de España, podrán encontrar el enlace directo a algunas de ellas, <http://www.acdcomic.es/esenciales2013/nela-rayco-pulido.htm>
[ix] D’Angelo Menéndez, Estela (dir. y coord.), Comunidad de lectores y escritores en el ámbito escolar a partir de un texto literario, Proyecto ARCE “Compartimos proyectos para la innovación en prácticas de lectura y escritura desde la inclusividad” CEP Jerez – CEP La Laguna, Jerez, 2013
Material alojado en los Campus de formación on line de las Consejerías de Educación de la Junta de Andalucía y del Gobierno de Canarias respectivamente.
[x] Fernández Ausente, Daniel, “Nela: cuando adaptar a los clásicos es mirar al futuro”, Gencómics, 2013, <http://gencomics.es/nela-cuando-adaptar-a-los-clasicos-es-mirar-al-futuro/> (11/07/2013)
[xi] Por ejemplo en <http:// http://www.youtube.com/watch?v=oh1o8sKMoxU> y tráiler <http://www.youtube.com/watch?v=J25UWknJDjo>
[xii] García Márquez, Gabriel, “La poesía, al alcance de los niños”, El País, Madrid, (27/01/81) <http://elpais.com/diario/1981/01/27/opinion/349398006_850215.html>
[xiii] Pulido Rodríguez, Rayco, “Un año”, 2014, http://nuncatrabajessolo.blogspot.com.es/, (11/02/2014)
[xiv] Como se trata también de la clase de Lengua, es muy recomendable escuchar el podcast de un entrevista en la radio <http://www.cadenaser.com/canarias/audios/galdos-comic/csrcsrpor/20131211csrcsrcan_2/Aes/>
o ver un pequeño reportaje televisivo <http://www.antena3.com/canarias/noticias/cultura/marianela-galdos-convierte-comic_2013042300212.html>

sábado, 7 de junio de 2014

LA PÁGINA.


La revista cultural más longeva de España se llama LA PÁGINA y se produce en Tenerife. Es una publicación trimestral y monográfica. Su último número (105/106) trata sobre tebeos, bajo el título LA NOVELA GRÁFICA: MÁS ALLÁ DE LA ETIQUETA, además de entrevistas a Alfonso Zapico y Paco Roca, contiene una serie de artículos de investigación-opinión la mar de interesantes.

Mi apreciado lector ya sabe que en esta casa sólo se habla de temas relacionados con mi trabajo. Pues bien, este número de la página cuenta con un artículo sobre mi último libro, Nela sobre Marianela: novela gráfica en la clase de Lengua y Literatura. Escrito por Ana Muñoz, profesora que actualmente desarrolla su trabajo desde el CEP de La Laguna. Además es miembro fundador de "Tebeos con clase", la estrategia más inteligente que se ha diseñado para fomentar la lectura a través del cómic. Idea que ya se está exportando a diferentes puntos de la península, creando un semillero de lectores de cómic y literatura.
Cuando me ofrecieron ilustrar (que no diseñar, ojo) la portada, no me pude resistir. El título era demasiado jugoso como para dejarlo pasar. Lejos de polemizar, soy de los autores a los que les importa poco la terminología; cómic, colorín, tebeos, historieta, novela gráfica... es más, aprovecho las distintas acepciones en función de la necesidad. Está claro que para vender un proyecto, novela gráfica es el término adecuado, para lo demás, Mastercard.
Hace algunos años ya había jugado con la terminología. En la portada y contra de Sin título. 2008-2011 alterné "historieta" y "novela gráfica", articulando una pequeña broma que redondeara el sentido irónico del libro. Para esta portada probé algo diferente; el gag referencial. Mezclando algunos de mis personajes favoritos, representantes de diferentes momentos en la evolución de un medio. La crueldad de Nancy amplificada por Waldo.

La viñeta original: tira cómica, comic-book, 
novela gráfica "mainstream" y cómic alternativo.

La maqueta que monté para la portada. 
El precio me lo inventé, creo que es bastante más económica.

¿Cómo conseguir la revista? En las islas es relativamente sencillo, librería del Cabildo, Lemus... en la península es un misterio, no tiene versión digital pero suele llegar a las bibliotecas públicas, centros de arte y librerías de museos. También llega a varios puntos de latinoamérica, donde tiene un público fiel. Por mi parte, intentaré publicar el artículo de Ana Muñoz en este blog, pero eso será más adelante.

miércoles, 28 de mayo de 2014

EXTRA DE VERANO TACORONTE ACENTEJO.

La denominación de origen Tacoronte Acentejo lleva ya algunos años realizando actividades que maridan vino, gastronomía y cultura, prestando especial atención al cómic.
Si en años anteriores han contado para sus actividades con la presencia de autores como Martín Saurí, Alfoso Zapico, Dave McKean, Manel Fontdevila o Jaime Martín, este año me ha tocado a mí. Esta invitación es la última gran alegría que me ha dado Nela.



Las actividades tendrán lugar en ciudad de La Laguna, Tenerife, a lo largo del mes de junio. Yo cruzaré el charco para participar en algunas actividades en la librería Lemus (avenida Trinidad, 59). Dichas actividades ya están colgadas en su página, pero resumiendo:

Jueves 5:  sesión de firmas de 18:00 a 20:00.
Viernes 6:  sesión de firmas de 18:00 a 20:00 y a partir de las 20:00, charla: "Vinos con Tebeos", entre el ilustre Manuel Darias y servidor.

Además, tras la sesión de firmas del jueves, se presentará el nuevo número de la revista cultural LA PÁGINA, será un monográfico dedicado al cómic bajo el subtítulo: "La novela gráfica, más allá de la etiqueta". Nela y yo participamos en ese proyecto, pero de eso hablaremos más adelante.

Por supuesto, jueves y viernes firmaré cualquiera de mis cuatro libros o publicaciones colectivas; Panorama y Terry. Entre dibujo y dibujo, espero aprender algo sobre vinos... pero no demasiado, por si acaso.


martes, 20 de mayo de 2014

TERRY.


Fulgencio Pimentel es una pequeña editorial ubicada en Logroño, reconocida dentro del sector por la calidad de sus ediciones y la selección de sus autores. Ninguno de estos dos factores se entiende sin el otro, los autores que forman su catálogo llegan a Fulgencio buscando el gusto y buen hacer a la hora de escoger el papel, tratamiento de imprenta, rotulación... es una decisión artística, no comercial. Exactamente lo mismo ocurre desde la editorial, con tiradas muy cortas, venden lo justo para mantener viva la empresa, digamos que penden de su prestigio y eso marca su selección.
Sus lectores tienen un perfil bastante claro, es gente con cierto bagaje lector, buscadores de belleza (libro-objeto/ libro de artista), que encuentran traducidos a autores alternativos (auto-editados noruegos, por ejemplo) de los que muchos hablan, pero pocos han podido leer.


Pues bien, esta editorial acaba de publicar su primera antología, TERRY, puesta de largo en toda regla. 190 páginas (aprovechadas al máximo, sin cortesías, títulos, introducciones... aquí no se engorda el lomo), donde 17 autores de 9 países (Japón, Australia, Bélgica, EEUU, Canadá, Francia, Noruega, Argentina y España), despliegan su hacer. Se mezclan historietas hechas para la ocasión con otras que se pueden considerar clásicos (considerando Greys un clásico instantáneo) del medio. 

El listado de autores por orden de aparición:

Los Bravú, Olivier Schrauwen, Sammy Harkham, Nacho García, José JaJaJa, Jim Woodring, Sindre Goksøyr, Gonzalo Rueda, Bendik Kaltenborn, Rayco Pulido, Peter JojaioSébastien Lumineau, Ed Carosia, Michael DeForge, Simon Hanselmann, Seiichi Hayashi.



Antes de centrarme en mi participación, me gustaría comentar que sólo la historia de cuarenta páginas de Seiichi Hayashi ya justifica la compra. Además, Jim Woodring (¡!) dibujó cuatro páginas de Frank para la ocasión, Olivier Schrauwen remontó su Greys y en mi humilde opinión, sale ganando.




A César Sánchez, que dirige la editorial junto a Alberto García, lo conocí hablando sobre mi Nela y sus publicaciones. Ambos tenemos un nivel de exigencia muy alto y somos auto-críticos, eso nos permite hablar abiertamente sobre nuestros respectivos trabajos, lo bueno y lo no tan bueno. No hay muchos editores que se impliquen en el trabajo del autor, que tengan opinión. Como tampoco todos los autores están preparados para escuchar que hay facetas de su trabajo que deben mejorar. Ese intercambio (además de la calidad de su edición) fue el factor determinante para que decidiera embarcarme en esta aventura. 

Leyendo Bakuman, el meta-manga que muestra los entresijos de la industria editorial japonesa, vemos cómo los editores son una pieza clave, un faro durante el proceso creativo. En España el papel del editor quizás se entiende más como gestor. Salvo excepciones, la parte creativa de su trabajo casi termina con la selección de proyectos, el resto es preocuparse de que el autor cobre, cumpla los plazos de entrega, promoción, distribución, ventas... creo que ningún autor español estaría dispuesto a aceptar el nivel de intervención de los editores japoneses. Supongo que tiene que ver con el dinero, si apenas cobras (cuando lo haces), al menos que te dejen dibujar lo que te apetece. Menos dinero supone también más control sobre tu obra. Entre el blanco y el negro están los grises, y ahí se mueven los Fulgencios, otro acierto. 



Al grano, mi contribución al Terry es una historieta de siete páginas que se titula Bisabuelos (1). 
Con este trabajo inauguro una serie, que es algo que quería desde hace mucho tiempo, pero no había encontrado el soporte adecuado. La serie se llama FUNDADOR y contará la historia de una familia algo especial (¿alguna no lo es?) a lo largo de 150 años. Multitud de personajes y saltos temporales, la premisa ideal para dibujar lo que me interese en cada momento. Intentaré desarrollar la serie dentro de Terry, publicando una historia larga o dos historias cortas en cada entrega. El brandy, cuanto más añejo, mejor. Así que si Terry y Fundador aguantan 10 años, tendremos material para publicar un recopilatorio. Querido lector, su destino en tus manos.




El primer personaje de la serie homenajea a uno de los ilustres habitantes de La Isleta, barrio popular y marinero de Las Palmas, un barrio con sabor. La foto está movida porque Chano, aunque mayor, sigue siendo un peligro.

Los lectores de este blog saben que "Búscate la ruina" es una sección que cuenta ya con bastantes post. Muchas caricias, pero también algún cogotazo (en la península cocotazo) cuando toca. Ya comenté antes que Terry es una antología magra, no sobra nada, cada historieta engancha con la siguiente, no hay transiciones ni cortesías en medio y me encanta que sea así. Pero sin duda, esta decisión aumenta la dificultad al maquetar, el puzzle se complica y probablemente habrá que tocar alguna pieza. Desgraciadamente la historieta-bisagra escogida fue Bisabuelos; cambiaron la paginación. La historia debía empezar con una página al lado derecho y terminar en doble página, sin embargo está al revés. No voy a explicar en qué cambia eso las cosas porque destriparía parte de la historia, digamos que una molécula de agua siempre contiene lo mismo, dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, pero la diferencia entre un cubo de hielo y un charco es evidente, dejémoslo ahí.




Aún así, cuanto más me acerco a la revista, más me gusta. Creo que la posición de mi pieza en el libro es privilegiada, justo en medio y, por algún motivo, mi dibujo luce distinto del resto. Además, jamás había visto mi trabajo tan bien reproducido: la elección del papel (90gr) y la calidad/densidad del negro resalta la línea, por otro lado, más sintética que nunca.

En fin, estoy orgulloso de haber participado en este primer Pilón, Terry. Desde la editorial son conscientes de la presión y los bloqueos que me ha generado compartir páginas con autores que admiro. 
Estoy contento con el resultado y eso es bastante raro. Ojalá guste a los lectores y decidan mantener este sueño de papel.
Qué bonito, por favor.